martes, 25 de agosto de 2009

AMOR

Los seres humanos somos claramente prescindibles. Prescindibles en el trabajo que desarrollamos, para los políticos, para las asociaciones y colectivos, prescindibles para gobiernos y el poder en general, venga ese poder de donde venga. Los seres humanos solo somos absolutamente imprescindibles para quienes nos aman. Uno puede amar a muchas personas, pero el lugar que ocupa dentro de uno el amado, o se sigue amando, o se queda vacío para siempre.

2 comentarios:

Juan Eme dijo...

gran y buena reflexión, hermano

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Hola, hermano, siempre halagándome tan generosamente. Tu si que sabes