martes, 14 de agosto de 2012

CRISIS

Desde hace un par de años he estado escribiendo por aquí algún comentario aislado sobre la crisis. En algún momento parece que todo el mundo tiene la solución, salvo los que teóricamente deberían tenerla. En realidad no creo que nadie sepa la solución. También tiendo a pensar que pese a las medidas que se tomen, la crisis pasará, como han pasado todas a lo largo de la historia de la humanidad.
Yo daré mi "solución". La crisis terminará solo con que las personas de a pie, eso que se llama bien "los ciudadanos" o también "el consumidor" hiciera dos cosas:

1º.- Hacer una lista de productos que publicitan en los medios y no comprar ninguno de ellos.
2º.- Responsabilizarse cada uno de su vecino.

Creo que si todos nosotros hiciéramos eso todo cambiaría en un abrir y cerrar de ojos, como por arte de magia.

Fuera de eso, creo que ya va siendo hora de pasar del "estado de derecho" al "estado de deber". Los derechos solo se generan a raíz de los deberes, las obligaciones y las responsabilidades. De forma que si no hay responsabilidades, ni obligaciones, ni responsabilidades, no hay derechos.
Es hora de que asumamos nuestras responsabilidades y no dejarlo todo en manos del "estado de derecho". Si le damos al estado nuestras responsabilidades, a la vez, lo que estamos haciendo es renunciar a nuestros derechos y darle todos nuestros derechos al estado, a los políticos. Acaso nos podemos extrañar de que nos quedemos sin derechos y sin dinero.
La democracia consiste en que yo elijo a un representante, y ese representante hace lo que a mi me de la gana, y además me da explicaciones cada vez que a mi me da la gana. Ahora pasa todo lo contrario, es nuestro representante (políticos, sindicalistas y demás gente del régimen) es quien nos dice lo que tenemos que hacer.
En fin, ahí va "mi solución de tertuliano sin tertulia".

sábado, 11 de agosto de 2012

A LA LUZ DE SU MIRADA

Acabo de terminar de leer el libro: "A la LUZ de su MIRADA" de su Ilustrisima Don Jose Ignacio Munilla.
Es un librito pequeño que he leído con avidez. Me ha parecido un libro muy hermoso y muy eficaz para mi. Me ha ayudado mucho, lo tendré muy a mano, porque creo que me será muy útil y pienso que me ayudará mucho.
Me ha parecido especialmente interesante la parte de examen de conciencia según el Evangelio según San Mateo. Para mí, una forma muy novedosa.
En estos tiempos parece que nadie es responsable de nada. En numerosos artículos he podido leer que los católicos cada vez se interesan menos por la confesión. Pero por otra parte, a veces los confesionarios en las Iglesias están muy a menudo vacíos. 
Para mi la confesión es una necesidad. Y este libro me es de gran ayuda.