El sábado día 9 acudí al Teatro de la Maestranza a disfrutar una representación de Madama Butterfly, en un montaje de Mario Gas y Ezio Frigerio, según creo recordar. Se trata de la producción que hace algún tiempo se dió en el Teatro Real de Madrid. Más allá de la imaginación o creatividad, me resulta ya un poco cansino, que los creadores creen aprovechándose de otros. En este caso Puccini. Si Puccini hubiera querido cámaras de cine en su montaje, las hubiera puesto, si hubiera querido rótulos luminosos, también los hubiera puesto. Y ya lo más patético y lamentable es el rótulo final que apareció. Un verdadero insulto a la inteligencia.
Aparte de todo eso, disfruté intensamente de la obra de Puccini, porque a decir verdad, la obra de Frigerio, no me interesó demasiado. La prima donna (Amarilli Nizza), compuso un personaje que me llegó, me emocionó y me pareció muy hermoso, al igual que la mezzo (Manuela Custer). Desde aquí, quiero agradecerles su trabajo. DIOS las bendiga.
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