L'INCORONAZIONE DI POPEA

Asistí a la representación del día 22 de mayo de 2010 de la ópera "L'INCORONAZIONE DI POPEA" en el TEATRO REAL de MADRID. Hice un viaje desde LA PALMA hasta MADRID solo con ese fin. Asistir a esa representación fue para mi un hecho muy importante. Me pareció un espectáculo soberbio. Llegué a MADRID la medianoche del día 21. A la mañana siguiente me encontré con muchos señores vestidos de azul y a otros muchos señores vestidos de rojo, con unos cortos pantalones bávaros, que me parecieron muy pintorescos. Me llamó la atención, pero no indagué más. Estaba impaciente por que llegara la hora de la representación. Desde luego, todas mis espectativas fueron sobrepasadas. Escuché la retransmisión de RADIO2. Pero esa retransmisión para mi solo fue una pálida sombra de la verdadera representación desde la fila dos del patio de butacas. Yo le comenté al amigo con el que iba algo así como: "¡Qué bien, si alguno de los músicos se equivoca, podremos darle un cogotazo!". No sé si alguno se equivocó, porque estuve tan metido en la representación, tan inmerso por completo en ella, disfrutándola con todos los sentidos que esas menudencias me pasaron desapercibida. La música me parece de una delicadeza enormente expresiva. La representación de los personajes también. Disfruté tanto del primer sonido hasta el último, que los fallos que pudiera haber, son para mi solo anecdóticos. Como anécdota curiosa, solo citar, que en el descanso, varias espectadoras, se lanzaron a recoger las plumas de NERONE. Y realmente me pareció que el espectáculo tenía cierto toque GAY, bueno, esa es la moda en estos tiempos que corren. Ya pasará, y lo que venga, no será ni peor, ni mejor que esto. Solo otra cosa distinta. Obviamente, ese toque, ni quita ni pone al valor del espectáculo. Para mi solo es un detalle insignificante.