viernes, 14 de septiembre de 2012

LA PESCA DEL SALMÓN EN YEMEN

El miércoles fue a ver esta película. Me reí varias veces, pero la sensación al salir del cine fue un amargor interior. Creo que la película es muy ocurrente. He estado reflexionando sobre la sensación de amargor que sentí. Creo que fue la cuestión de las relaciones personales. Percibí que la pelicula describía las relaciones de pareja como relaciones plenamente banales. Me dió la impresión de que los personajes establecen relaciones de pareja, a partir de "enamorarse". Plantea el enamoramiento como algo absolutamente trivial y banal, sin ninguna profundidad, plantea ese "enamoramiento", como algo intrascendente, lo que conlleva establecer una relación con un perfecto desconocido, toda vez porque el criterio que decide establecer una relación de pareja es lo perceptible por los sentidos, con lo que el otro permanece oculto y plenamente desconocido. Plantea el "enamoramiento" como algo perfectamente prescindible, para establecer una verdadera relación de conocimiento profundo. Algo que nada tiene que ver con el AMOR. Por eso no es de extrañar, que para la sociedad occidental la relación de pareja, es algo perfectamente irrelevante. Y es que la sociedad moderna que se quiere construir es una sociedad de individuos, perfectos desconocidos los unos para los otros. Así la cosas no puede ir sino como va. 
Después de salir de la película, me di cuenta que mis risas durante la película, habían sido desacordes, con la verdadera "esencia" de la película.
Alabado sea DIOS, por hacerme querer no tener nada que ver con ese tipo de relaciones. 

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