Filarmónica de Cámara de Colonia

Esta noche ha tenido lugar en Punta Umbría (Huelva) en su Teatro del Mar un concierto de esta formación musical. La primera parte del concierto constaba de los cuatro conciertos que forma "las cuatro estaciones" de Antonio Vivaldi. La segunda parte estuvo formada por tres obras: El concierto BWV 1060 para violín y oboe de Juan Sebastián Bach, la pequeña serenata nocturna de Wolfgan Amadeus Mozart y para terminar los aires gitanos de Sarasate. De la calidad de las obras no hay mucho que hablar, de la calidad y la calidez de la interpretación si que puedo dar mi opinión personal.
La austeridad y parquedad del bajo continuo fue manifiesta. El estilo vivaldiano, y sabor mediterráneo de la música quedaba un poco lejano. Todos sabemos que estamos en el atlántico. Me dio la impresión de que los instrumentos no eran de época y el sonido distaba mucho de ser " a lo Harnoncourth"
La música salía vigorosa, con fuerza y dinamismo, con entusiasmo. La música sonaba hermosa e intensa, con precisión y técnica. Puede que no sonaran todas y cada una de las notas que aparecen en las partituras barrocas, pero me pareció que los músicos tocaban con ganas y que se lo estaban pasando muy bien. Eso se transmite. Tal vez pudiéramos ponernos exquisitos según marcan las tendencias o "lo último". Pero eso es irrelevante cuando la música suena con gran belleza y es interpretada con esa vitalidad que da el trabajo disfrutado. Me pareció percibir algún momento de especial complicidad entre el solista de  violín y el violoncelo. Me lo pasé muy bien y disfruté mucho. Desde aquí le agradezco profundamente a los músicos que escribieron las partituras y a los músicos que las interpretaron con total profesionalidad y solvencia.
Alabado sea DIOS.