miércoles, 21 de enero de 2009

Días

Las fiestas pasaron. Pasó también parte de nuestra vida. Como de costumbre nos vamos quedando sin días. Pasamos de un día a otro, casi sin saberlo. Amanece una y otra vez. Ya se ha escrito que eso no es poco. Y es verdad. Yo suelo dar gracias a DIOS, cada día vivido. Y eso me sirve de reflexión y de balance diario. Normalmente, hay una nota común en esos instantes de reflexión. Es una sensación de perplejidad, de asombro, de emoción diaria. Me es bastante difícil de expresarlo. Es una mezcla de muchas sensaciones, vivencias, sentimientos. Es también una sensación de agradecimiento por sentirme sereno. En ocasiones me quedo estupefacto si pienso por ejemplo: "Es maravilloso tener una cama y no pasar frío" Y me parece un milagro. Esa sensación de quedarme maravillado, ante las cosas cotidianas de mi vida, es algo que no sé explicar, ni sé donde viene, ni sé porque me pasa. La vida cotidiana es algo sublime, y vivimos sin darnos cuenta de tanta maravilla.Y todo está tan cerca que no lo vemos.

2 comentarios:

Juan Eme dijo...

Ese deslumbramiento de agradecimiento por estar vivos y protegidos de las inclemencias del tiempo y de la vida, a veces también lo siento yo, y cuando me olvido de estar agradecido, me abofeteo.Gracias, hermano

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Hola, HERMANO, que bueno encontrarte por aquí, donde escribo mis opiniones particulares, tan mías, y supongo que tan de otros, como ya sabes, no soy demasiado original.
Te quiero. Muchas gracias por tus comentarios, que siempre me resultan tan halagadores, y tan enriquecedores.
ANTONIO