martes, 18 de enero de 2011

SU SANTIDAD

Su SANTIDAD Hace mucho que no escribo en mi blog. Aprovecho que me ronda una idea por la cabeza sobre la que escribir. Con mucha frecuencia me encuentro con cierto perfil de personas, dentro del colectivo de la progresía. Colectivo que se rasgan las vestiduras por los comentarios de SU SANTIDAD. Cuando intento indagar sobre "el rasgado de sus vestiduras" no me encuentro con argumentos, sino con una lluvia de improperios, exabrubtos, e insultos varios. Sobreviviendo a los improperios, descubro que en realidad, no tienen ni idea de lo que ha dicho o escrito Su SANTIDAD. En realidad "sus rasgados de vestiduras" se debe a lo que: "Dicen que han comentado, que han dicho, que han oido" que han dicho Su SANTIDAD. En realidad no me he encontrado con nadie (de los rasgadores de vestiduras que conozco personalmente) que haya leído los textos, ni uno solo, de SU SANTIDAD. Eso da una idea del rigor, de sus rasgaduras. De lo documentado de "sus rasgaduras" Para resumir, todos "los rasgadores de vestiduras" que conozco de primera mano, emiten sus insultos en vase a sus PREJUICIOS. Ante la seriedad de "ese rasgado de vestiduras", mi convicción en las palabras de SU SANTIDAD es cada vez más intensa. Sobre todo desde que he empezado a leer los escritos de SU SANTIDAD Por otra parte, ese colectivo de "rasgadores de vestiduras" son los que se quedan mudos ante el genocidio de cristianos a lo largo y ancho de este nuestro planeta Tierra. SU SANTIDAD ha denunciado este genocidio con toda la contundencia posible. Estoy a la espera de que "los defensores" de los derechos humanos denuncien igualmente ese genocidio (la ONU al frente). Y manifiesten su repulsa ante las amenazas de muerte dirigidas a SU SANTIDAD. Parece que he de esperar confortablemente sentado. Si en este planeta los derechos humanos están salvaguardados por "esos defensores", no creo que los derechos humanos conquistados vayan a mantenerse durante demasiado tiempo.

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