jueves, 10 de mayo de 2012

¿Derechos de los espermatozoides? No, gracias

La percepción que tengo de las legislaciones occidentales modernas me produce cierta confusión, bastante consternación, y muchisima risa. Creo que la lesgilaciones occidentales son dictadas por grupos de presión minoritarios. Es decir, que representan un porcentaje mínimo de la población occidental. Esa población (la inmensa mayoría) que es la que la sufre. Los grupos de presión todos los conocemos. Creadores de opinión que satanizan todo lo que no sea su único punto de vista. Esos grupos yo los dividiría en tres grupos. Feministas, abortistas, y el grupo de presión gay. Los tres basan sus opiniones en afirmaciones anticientíficas. Y a partir de aquí han creado un legislaciones profundamente MACHISTAS. Muy progres, muy de izquierdas y muy MACHISTAS, mucho más de lo que nunca fue nadie. Es decir, han configurado sociedades que son la panacea del MACHISTA por autonomasia. En fin, son el sueño inalcanzable (hace no demasiado tiempo, unos años tan solo) del MACHISTA más MACHISTA que nunca haya existido sobre la faz de la tierra. Es muy curioso el modo en el que las feministas dicen defender los derechos de las mujeres, ese modo es renunciar a ser mujeres y defendiendo las actitudes del tradicional MACHO MACHISTA. La mujer (la feminista) ha renunciado, estigmatizado, rechazado, o menospreciado a lo que verdaderamente la diferencia del hombre, a lo verdaderamente intrinseco de la mujer.
Por ejemplo, tanto feministas como abortistas tienen el mismo eslogan para justificar el asesinato del no nacido, que curiosamente coincide con la justificación que el MACHO MACHISTA tradicional emplea para matar a su esposa, o pareja: "LA MATÉ PORQUE ERA MÍA". Las feministas y los abortistas usan el mismo lema para justificar el asesinato de los niños: "LO MATÉ PORQUE ERA MÍO".
Recuerdo antaño, cuando una mujer quedaba embarazada, la actitud social era la de hacer que el hombre asumiese sus responsabilidades y se hiciera cargo de su hijo. De ahí que hubiera expresiones como: "Se ha tenido que casar", o bien "Se ha casado de penalti", y otras muchas más. Otras opciones eran que el hombre se hiciera cargo, económicamente hablado" del hijo. Frente a eso, el hombre procuraba zafarse y eludir sus responsabilidades. En general, el MACHISTA, tomaba la solución más fácil, incitar u obligar a abortar (clandestinamente) a la madre, tomar las de villadiego, negar los hechos o desaparecer el mapa.
El MACHISTA no quería ninguna responsabilidad. El tradicional hombre decente, cumplía con su obligación. Y es claro, en la legislación occidental moderna y progre, al hombre se le exime de sus responsabilidades. No puede ni tan siquiera decidir sobre la vida de su hijo. Y es que al no tener responsabilidades, no se tienen contrapartidas. El que no tiene deberes no tiene derechos. La cosa por ese lado es coherente. Y por eso, en estos tiempos, los espermatozoides no tienen deberes, y por eso no tienen derechos. En fin, esta sociedad ha conseguido, a través del feminismo, la sociedad-APOTEOSIS del MACHISMO más rancio y más reclacitrante. En fin, el más absoluto de los FRACASOS. Considerar a la mujer como cosa para uso y disfrute de ese MACHISTA. La feminista acepta al hombre para obtener placer sexual. Con esta legislación moderna hemos pasado de ser seres humanos a ser cosas para uso y disfrute. Eso si, muy cómodamente, son ningún deber, sin ninguna obligación.  ........ Y el hombre occidental progre y moderno, encantado de la vida de poder fornicar todo lo que el cuerpo le permita, y eso si, sin más trascendencia y sin complicaciones. La APOTEOSIS del MACHISMO recalcitrante, más rancio, y casposo.

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