sábado, 26 de julio de 2008

CÓRDOBA

Mi unión con CÓRDOBA, ciudad (y también provincia), es un sentimiento forjado de vivencias y con una intensisima carga emotiva. Después de una década viviendo fuera de CÓRDOBA, mi emoción cada vez que regreso es mayor, más viva, más visceral y mucho más sentida. Y, en absoluto quiere decir que no me sienta feliz en Arrefice de LANZAROTE. No, nada de eso. Me siento muy feliz en ARRECIFE. Escribo Arrecife de LANZAROTE, porque en CÓRDOBA hay una localidad que se llama EL ARRECIFE. Me siento muy feliz en ARRECIFE. En mi vida cotidiana, incluso, puede que pasen días, sin pensar, ni penar por CÓRDOBA. No obstante, cada nuevo regreso, el impacto del encuentro es de una intensidad cada vez más aguda.

1 comentario:

Hisae dijo...

Arrecife de Lanzarote permanece impasible mientras prepara tu regreso. Mientras, el viento sigue ululando entre sus calles y muchas veces quieres callarlo y no puedes.
El domingo, Arrecife permanece en silencio, descansando del ajetreo semanal.